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Mi prima Luisa

Mi prima Luisa,

Mi prima Luisa era la preferida de mi abuela Antonia, también de mis tíos y como no de mi abuelo Luís.
Sí cuando jugábamos en  esa casa de baldosas tipo ajedrez pero en Burdeos y blanco en ese pasillo largo e inclinado hacia el umbral de mármol que desembocaba en los cuatro escalones con poyetes llenos de flores que nos conducían al patio donde, en verano, nos poníamos en bikini y nos regábamos con la manguera.
Sí, mi prima Luisa ,ella la que me cortó el pelo a su gusto y me dejó hecha un adefesio y encima me gané una reprimenda de mi padre y a ella nadie le reñía, porque era una mosquita muerta, pero yo la quería , jugábamos mucho y aún la quiero a pesar de que yo esté entre cazuelas y ella entre papeles en un buffet.
De pequeña nunca le tuve envidia y ahora tampoco, mis ingresos son casi igual que los suyos y mi felicidad se distancia  , ella con su alcóholico marido y yo con mi regordete cocinero.
Suerte que Luisa mueve bien los papeles y saca a su marido de muchos embrollos porque tiene una larga lista, el otro día sin ir mas lejos lo pillaron robando una joyería.
Mi prima Luisa, que me llama por teléfono, y me cuenta sus penas y yo aquí en los cuatro escalones que dan al patio la espero ver algún día para saborear uno de los platos de “En ca La abuela” y darle un gran achuchón por ser también mi prima favorita.

MaribelFC.

En el corral de mi tia Elo

En el corral de mi tia Elo:

Ver imagen en tamaño completoLas cuatro rondabamos los 10 años y estaba sonando en la radio una canción muy pegadiza ”eva maria se fue” y nos pusimos a ensayarla en el corral de mi tia Elo las cuatro primas .
Un domingo recien arregladas para ir a misa de doce nos pasamos a por mi prima Elo y en el corral ensayamos un rato la canción y después se nos ocurrió adentrarnos en la casilla donde rebuscabamos a ver si allí había escondido algo interesante o curioso.
La llamada de mi tía Elo nos hizo salir corriendo, no solo a nosotras, sino al gato gris que había en la casa para cazar ratones.
¡Eloisa como te has puesto muchacha¡ ¡quitate ese vestido ahora mismo y lo hechas en el panero! y hoy te quedas sin salir y vosotras ya os estáis yendo para vuestra casa que os va a caer una buena.¡ mira como os habéis puesto los vestiditos de organdí¡ llenos de carbonilla!
Aquel día las cuatro primas nos quedamos sin salir, pero los ensayos continuaron en el corral y el 27 de agosto empezaron las fiestas de san Agustín, donde la comisión de festejos al cargo de Antonio ,el de Filo, organizó un concurso de canciones y a pesar de que todos los concursantes eran mayores nos dejaron concursar y ganamos 50 pesetas cada una y pasamos unas fiestas  a lo grande montándonos en los cochecitos de choque más veces que ningún otro año y relamimos algún que otro bombón crocanti que tan caros costaban.
MaribelFC

Lago

Lago

Mi lago es de aguas limpias y verdosas porque está lleno de árboles y rocas para que yo y mi camada descansemos.
Sí rocas con pequeños arbustos donde descansamos de las ruidosas familias con niños que nos tiran pan los domingos.
Mi lago al amanecer es una preciosidad, las aguas tienen un verde pálido y están quietas y me gusta correr revoloteando y formando un camino blanco al levantar el agua.
La comida de mi lago esta exquisita: esos pececillos que alcanzo con mi pico y también los gusanitos tienen un sabor especial, mucho más buenos que el pan.

MaribelFC

Diálogo entre amigos

Diálogo entre amigos
-¡Cuánto tiempo sin vernos! .¿ Un año, dos quizás! dice Lucia la mujer de Rafa
-¿Habéis encontrado bién el sitio?, pregunta Rafa
-Si el bar del puente de Triana, no tenía perdida contesta Julián
-Hemos venido desde Barcelona y ayer hicimos noche en casa de mi tía, que vive en Badajoz, contesta Alicia la mujer de Julián
-¡Pero bueno falta la madrina, que venia en tren desde su pueblo! , la llamo al móvil, dice Alicia. Pero en ese momento Lucia la ve llegar y sale corriendo para darle un abrazo:
Lucia no deja de abrazar a la madrina y entre risas se van dejando y acercándose a la mesa.
-¿Cervecita para todos, una jarra?.Dice Rafa animado
-yo sin alcohol, contesta Julián
-Pero bueno tío, que sin alcohol no sabe igual, y es cruzcampo que estás en Sevilla dice muy alegre Rafa
-Sí tenéis un buena cerveza aquí, pero hace un año que me diagnosticaron diábetes crónica y que vamos a hacer el médico manda. Explica resignado Julián
-¿Y tu Alicia cervecita?
- No yo agua,gracias
-Pero bueno dice Rafa, ¿agua?. Con agua no se celebra nada, pídete una copita de vino.
-Me lo paso bien estando con vosotros ya sea con agua o con vino y desde que pasé la hepatitis ni una copita ni nada, contesta Alicia
- ¿Cómo está mi ahijado? ¿ y la perrita? ,pregunta la madrina muy sonriente.¡ En verano sin falta voy a veros a Barcelona, de este año no pasa que tengo muchas ganas de ver a mi ahijado. Recibí la foto suya que me mandó con su novia, estaban los dos guapos pero guapos.
-Eso, eso nos volveremos a ver en verano ¿Qué os parece a todos? Teneis nuestra casa a vuestra disposición dice Julian con entusiasmo.
-Eso si y nos bañaremos en la Costa Brava contesta la madrina ¡
-Sí sí que es muy bonita la costa brava, yo me apunto dice Lucia ¿eh Rafa?
-¡vale! pongamos una fecha ¿Qué os parece el 15 de agosto, concreta Rafa?
-Por mi bien, dice la madrina.
-por nosotros también, concluyen Alicia y Julián

MaribelFC








Colonia de canela y limón

Colonia de canela y de limón

El olor  a colonia de canela y de limón me lleva a casa de mi abuela Petra donde en el desván o doblado nos probábamos sus tacones de boda que por mucho que intentábamos que nos cupieran en nuestros pies del 38 no podíamos ni dar unos pasos con ellos ya que mi abuela gastaba un 35.


Allí jugábamos también en una mecedora vieja donde yo me sentaba con mis apuntes de física que me tenía que preparar para septiembre, acariciando  un pequeño gato esquivo que rondaba por allí aprendiendo, con su madre, a cazar ratones.
Corría el mes de agosto y hacia mucho calor en aquellas tierras sofocantes de Extremadura  y el mejor sitio para jugar era esa casa grande con tantas antiguallas o el río a donde nos llevaba mi tía Tere, la mas moderna de la familia, que nos decía: no os vistáis podéis ir en bañador por el pueblo, a pesar de la vergüenza que sentíamos por hallarnos en plena adolescencia.
Sí los magníficos tacones de mi abuela guardados  como oro en paño y  mis primas y yo los habíamos descubierto, a escondidas de mis tías y mi abuela, y nos movíamos sigilosamente por el doblado tal como gatos, para que no nos descubrieran allí arriba mientras ellas estaban ocupadas en sus labores o atendían a las visitas.
El doblado tenia una llave y nosotras la habíamos cogido sin permiso había muchas cosas que nos estaban prohibidas a los niños, mi tía Narci guardaba el chocolate en el gramófono viejo.
 En la habitación de mi abuela estaba prohibido entrar, compartida por mi tia Narci la solterona, mi abuela en la cama de matrimonio de su difunto esposo y mi tía en un catre, separadas por una mesita de noche-zapatero del siglo XIX ,y nosotras a escondidas entrábamos en esa habitación que era donde tenían la colonia de canela y limón de Álvarez Gómez y joyas y armarios repletos de trajes y ropas de raso y de seda que casi nunca se ponían sólo cuando iban de boda junto a vestidos bien conservados de su juventud.

Maribel FC



maleta

La maleta

Me acuerdo de la primera maleta que tuve, fueron mis padres a la capital a comprármela. Era una maleta  verde oscura, grande, de cartón duro forrado, con dos cierres antiguos que llevaban una misma llave diminuta.
 Estrenaba maleta y empecé a guardar mi ropa, en ella me cabía la de verano y la de invierno y aún me sobraba espacio para el neceser, las zapatillas rosas que me compró mi madre y los zapatos.
Luego me di cuenta  que no solo era que mi maleta fuera grande sino que las otras niñas tenían mas ropa que yo, al menos las tres con las que compartía habitación. Llevaban unas maletas tan grandes como la mía pero de piel y mucha ropa  comprimida.
Empezaba el curso yo tenía trece años…mi primera maleta con mi primer adiós a mis padres y hermanos menores. Hasta dentro de tres meses que me darían las vacaciones de navidad.

Era triste, el principio de cada trimestre de curso. Siempre comenzaba para mi con un adiós a mis seres mas queridos : mis padres y mis cinco hermanos menores, la pequeña recién nacida, sí trece años menor que yo.
La tristeza me inundaba tanto que no se quedaba ahí en un adiós y punto, sino en las tristes cartas que recibía de mi abuela Paca .
Por aquellas fechas también recibí una carta de mi padre en la que me contaba que había muerto mi tío Paco de Madrid y que era mi deber escribir a mi tía Eloisa y a mis primos dándole mi más sentido pésame. Mi primer pésame por escrito: ensayé varias veces hasta que les puse unas letras, a estos familiares segundos a los que yo trataba muy poco.
También pasaba horas  rezándole con las lágrimas cayéndoseme en un pañuelo de tela ,bordado por mi madre con mis iniciales , a la Virgen Niña de la capilla del  internado.
Le pedía a la Virgen  que me ayudara a sacar buenas notas y no perder la beca.
Otros de mis lugares habituales eran la biblioteca y la sala de estudio, así cada tarde cuando acababan las clases y los fines de semana mientras las compañeras de habitación se iban de compras a la ciudad, cosa que para mi era imposible, no tenía ni dinero, ni permiso paterno.

Maribel FC



cada verano


Cada verano recibÍa una carta en mi buzón de la casa de pueblo de mis abuelos, una casa de tres plantas con catorce dormitorios, una enorme cocina, un patio, un corral y una bodega.
El señor Morgan, un profesor de Sociología  de la Universidad, me iba enviando artículos, que el consideraba interesantes para mi doctorado, yo se los comentaba y luego en septiembre cuando nos volvíamos a ver, me documentaba más en la Biblioteca de la Facultad y seguía trabajando con él, en el Departamento de Sociología.
Pero  yo casi no tenia tiempo de estudiar, a mis 22 años tenía que ayudarle mucho a mi madre y a mi abuela, ya que era la única chica de la casa y mis hermanos varones y mis primos se iban a ayudar a mi  padre y a mi tio Anto en la recolección agrícola.
Por las fiestas de agosto si que tenía tiempo para salir y me enamoré de Rafa, un chico madrileño, pero como tenía que volver a casa  a las once de la noche, no me daba tiempo a bailar con él canciones lentas en la discoteca de verano y una noche salté una ventana sin reja, que había en una de las salas de la casa, y me fuí a la discoteca a bailar. Allí me encontré a Rafa, me puse roja como un tomate al verlo. Me senté en una silla y de allí no me moví hasta que, en el reloj de la iglesia, dieron las doce y Rafa no me sacó a bailar.
A la mañana siguiente miré el buzón y el sr Morgan me escribía, me proponía trabajar el tema de las drogas y me enviaba bibliografía, cogí el dinero que me habían dado para las fiestas, me fui a la capital compré uno de los libros recomendados, me metí en él y así pasé lo que quedaba de verano, dejando el amor para otra ocasión.